Los cinco mitos sobre el sexo.

De pantomimas y otras ilusiones
Hay que entender en primera instancia que el sexo no es una competencia entre dos por ver quién tiene más conocimiento y experiencia. Tampoco un acto donde uno tiene que alimentar el ego del otro. Especulaciones y aires de divismos afuera, Sandra Lustgarten afirma: "Fingir el orgasmo para no provocar la herida narcisista del hombre es uno de los más grandes errores de la mujer. Porque las mujeres suelen fingir para que el varón sienta satisfacción; sin embargo, hablarlo sirve para implementar lo que falte y así lograr una mayor gratificación. El sexo debe ser equitativo, si no con el tiempo se pierde el deseo de alguna de las partes". Otro punto importante es el de estimular al acto sexual: "Ninguno de los dos debe pensar mal porque el otro incite al sexo. El 'mejor no digo lo que me gustaría que me haga, porque va a entender que lo aprendí con otro' no existe". 
 
"Voy a apagar la luz."
El bolero indica que es "para pensar en ti" y no "para estar contigo en la intimidad", por lo que a la hora del buen sexo, que la luz muestre lo que se está haciendo es insuperable. Porque el ser humano es visual. En la mayoría de los casos se come, se compra y se siente a través de los ojos. El mito de que el sexo con la luz apagada es mejor, es un gran error y a la larga cuesta caro. Afirma nuestra especialista: "El temor de mostrar el cuerpo cuando alguno de los miembros tiene menoscabada la autoestima, es el peor de los consejeros para estimular el deseo sexual. La visión es uno de los puntos erógenos sensoriales más activos en el varón como en la mujer, así que mostrar el cuerpo es el mejor estimulo para provocar la excitación. Ver lo que se está haciendo y sintiendo, es lo ideal".  
 
Sin centímetros ni relojes
El centro del placer se anida en el cerebro, por lo que los tamaños en realidad poco importan. Claro está que cada persona es un mundo, es un gusto y es un fetiche; pero el tamaño del pene no es esencial para hacer gozar a la otra persona. "Es un mito eso de que sea importante la medida para lograr el éxtasis. Los órganos son flexibles por lo que en exceso, hasta puede resultar molesto. Por su parte, tener grandes senos tampoco asegura el placer sexual femenino, ya que el tamaño no está relacionado con la erogeneidad ni con el punto de placer, sino que depende de la forma de estimularlos y de encontrar las zonas más susceptibles frente a la estimulación. Otra creencia falsa es pensar que tener sexo de noche es más placentero y asegura el orgasmo. Grave error, ya que al despertar, el hombre, en muchas ocasiones se encuentra con mayor vigor. Nunca el deseo está condicionado por el momento del día, sino por la mente". 
 
Amor a primera vista
Si bien vivimos en una sociedad machista, avalada tanto por el hombre como por la mujer, la modernidad y la aceleración de todas las etapas derrumbaron paradigmas arcaicos. Con la simpleza que caracteriza a todos los psicólogos y que en los mortales de pensamientos básicos, semejantes conjeturas paralizan; la doctora afirma: "Evitar tener sexo en la primera cita no tiene sentido. Un hombre que piense que tener sexo en un primer encuentro convierte a la otra persona en rápida o fácil, está equivocado. No existen generalidades. Siempre pienso que la química no sabe de tiempos, formas ni momentos. Lo mejor es la espontaneidad". 
 
Deportes extremos
 Dicen que las malas palabras no existen, sino las malas intenciones. Y aquí jugaría esa ecuación. No existen los malos actos, sino los actos que contradigan al principio de uno y de su pareja. Contundente como en todas sus afirmaciones, Sandra Lustgarten sostiene: "Tener sexo anal no es considerado perverso. El sexo anal no es doloroso si se realiza bien, aprendiendo a lubricar la zona y cuidando a la otra persona. Eso sí, se necesita de una atención extra que no es necesaria en otras ocasiones. Otro mito a derribar es que tragar semen sea perjudicial para la salud. Es solo un invento para evitar el sexo oral o para mostrar tabúes respecto al mismo. Claro está, que absolutamente todo lo que se pueda realizar y disfrutar en el sexo, tiene que ser consensuado por ambas partes".